El Midrash Tanjumá (Tazría cap. 9) dice:
Pues no es Dios quien desea tu mal; el Eterno no desea condenar al hombre, por eso está escrito:
"Diles: Tan cierto como que yo vivo -afirma el Señor Omnipotente-, que no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, pueblo de Israel; conviértete de tu conducta perversa! ¿Por qué habrás de morir?". Ezequiel 33:11. (SB NVI).